Las medidas adoptadas por Estados Unidos, Japón y otras naciones para requerir pruebas de coronavirus a los pasajeros procedentes de China reflejan la preocupación a nivel internacional en torno a la posibilidad de que surjan nuevas variantes en el brote explosivo que se está produciendo en el país, y de que el gobierno chino no informe al resto del mundo con la suficiente rapidez.
Hasta ahora, no ha habido reportes de nuevas variantes.
Pero dado el historial del país, la preocupación es que China pueda no estar compartiendo datos sobre cualquier signo de evolución de las cepas que pudiera desencadenar nuevos brotes en otros lugares.