REYNOSA.-La agente de Tránsito Municipal, Tomasa Márquez, ha sido víctima de acoso, presiones y discriminación de género después de expresar su desacuerdo con las exigencias de la dirección local de tránsito. Márquez lleva varios años en el servicio y ha sufrido la animadversión de su superior, Mario Soria Stamatio, por cuestiones relacionadas con su trabajo. Sin embargo, fue cuando inició su defensa laboral con la ayuda de asesoría jurídica externa y presentó un expediente ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos del Estado de Tamaulipas, que las presiones y el acoso se intensificaron.
La agente acusó a Soria de acosarla con presiones laborales, quitándola de su posición como patrullera o agente de apoyo peatonal cuando se opuso a la exigencia de reunir al menos 15 infracciones diarias como cuota. Al no cumplir con la demanda, fue sometida a suspensiones y arrestos, al igual que otros compañeros. Cada agente de tránsito municipal debe entregar al día 15 infracciones, bajo pena de sanción con arresto o modificaciones en su turno laboral y acumulación de «puntos negros».
Márquez admitió que tuvo que cumplir con la exigencia de multas e infracciones, incluso en varios casos sin fundamento, y reconoció la molestia y el enojo de los ciudadanos contra los agentes de tránsito. Al oponerse a estas exigencias, la agente fue suspendida y remitida a Recursos Humanos, donde no recibió respuesta. Según Márquez, su superior la presiona con acusaciones de faltas para despedirla. La agente inició un recurso de queja ante la Comisión de Derechos Humanos, ya que no hay una definición clara de su caso y solo enfrenta presiones y obstáculos. Recientemente, su superior le impidió el acceso al edificio de Seguridad Pública Municipal y le solicitó dirigirse a Recursos Humanos.