CDMX.-El Antiguo Egipto, una civilización enigmática que floreció hace aproximadamente 4000 años a orillas del río Nilo, sigue cautivando la imaginación con sus numerosos logros artísticos, monumentos y conocimientos científicos. Aunque gran parte de esta antigua civilización sigue siendo un misterio, algunos aspectos, especialmente los relacionados con la religión, son bien conocidos gracias a los documentos encontrados por historiadores y arqueólogos, como el famoso Libro de los Muertos.
Aquí presentamos tres de los mitos más destacados del Antiguo Egipto:
- El mito de la creación: Según la mitología egipcia, antes de la creación existía solo la oscuridad alrededor de un vasto océano primitivo llamado Nun. Luego, cuando el aliento de la vida estuvo listo, la entidad Atum decidió comenzar la creación. Surgió una isla de las aguas para sostener a Atum, quien se manifestó como Ra, el dios Sol. En una colina recién emergida en la antigua ciudad de Iwn, Ra creó a los primeros dioses a partir de sí mismo, incluyendo a Shu, Tefnut, Geb, Nut y los Principios de la Vida: Osiris, Isis, Set y Neftis. Los seres humanos, según la mitología, surgieron de las lágrimas de Ra para poblar el mundo.
- El mito de Osiris: Osiris se convirtió en gobernante del mundo después de Ra y enseñó a los humanos la agricultura y la civilización. Sin embargo, su envidioso hermano Set lo asesinó para tomar el trono de Egipto. Gracias a la magia de su esposa Isis, Osiris fue resucitado lo suficiente como para concebir un hijo. Luego, Osiris partió al más allá para gobernar a los difuntos. De esta última relación nació Horus, quien crecería para vengar a su padre y reclamar el trono de Egipto.
- El mito de Horus y Set: Horus, representado como un halcón, es un dios egipcio que protagonizó una batalla legendaria contra Set por el trono de Egipto. Según la mitología, Horus y Set lideraron ejércitos enfrentados en una sangrienta guerra que duró años. En su último enfrentamiento, Horus atacó a Set y le arrancó un ojo en la pelea. Conmovida por la situación, Hathor, la diosa del cielo y del amor, restauró el ojo de Horus, que se convirtió en un símbolo de plenitud y curación. El «Ojo de Horus» se utilizaba como amuleto de protección y restauración.
Estos mitos forman parte de la rica tradición religiosa del Antiguo Egipto y han dejado un legado duradero. A través de ellos, se revela una visión fascinante del mundo.