TAMAULIPAS.- En el marco del proceso transformador que vive Tamaulipas, se está fortaleciendo un nuevo pacto social que prioriza a los sectores excluidos, combate la corrupción y los privilegios que antes impedían el desarrollo y la prosperidad en el estado, afirmó el gobernador Américo Villarreal Anaya.
Durante la ceremonia cívica de honores en el Centro de Bienestar y Paz de la colonia Nuevo Santander, en la capital del estado, Villarreal Anaya resaltó el papel de estos espacios como lugares donde se lleva a cabo una labor comunitaria y se cumple con el objetivo de su gobierno de colocar a las personas y las familias en el centro de la gestión pública, creando una comunidad más armónica y solidaria. El gobernador mencionó que las cifras económicas y el alcance de los programas de Bienestar son evidencia tangible de este compromiso sin precedentes.
En su discurso, el gobernador anunció que el jueves de esta semana el presidente Andrés Manuel López Obrador realizará su sexta visita a Tamaulipas, en esta ocasión para conmemorar el Día de la Marina. Además, Verónica Adriana Aguirre de Los Santos, secretaria de Bienestar Social, explicó que actualmente operan 108 parques de Bienestar y Paz en 26 municipios, los cuales se han convertido en espacios públicos destinados a actividades relacionadas con la integración comunitaria.
Aguirre de los Santos anunció que en un corto plazo estos parques serán complementados con actividades adicionales, como formación para el empleo, promoción deportiva y cultural, gracias al trabajo de coordinación interinstitucional con organismos como el ITCA, INDE, ITACE, CMIC y CONALEP.
«En un futuro próximo, iniciaremos programas enfocados en temas como la alimentación, la reactivación económica a través del empleo y la mejora de las condiciones de vivienda», agregó la secretaria de Bienestar Social.
El fortalecimiento del nuevo pacto social en Tamaulipas demuestra el compromiso del gobierno estatal en brindar igualdad de oportunidades y mejorar la calidad de vida de los sectores excluidos. El combate a la corrupción y los privilegios, así como la promoción de programas de bienestar, contribuyen al desarrollo y la prosperidad en el estado, sentando las bases para una sociedad más justa y equitativa.