CDMX.-Un estudio liderado por científicos de la Universidad de Sheffield revela que los hongos del suelo desempeñan un papel clave en la neutralización de las emisiones de CO2 causadas por la quema de combustibles fósiles. Estos organismos retienen hasta un tercio de las emisiones globales de CO2, lo que equivale a aproximadamente 13 gigatoneladas, superando las emisiones anuales de China.
El objetivo de «cero neto» de Naciones Unidas busca reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para acercarlas lo más posible a cero, permitiendo que el resto sea absorbido por los océanos y los bosques.
Los hongos micorrícicos, que forman asociaciones simbióticas con las plantas, son capaces de almacenar carbono bajo tierra. Estas redes subterráneas de hongos existen desde hace al menos 450 millones de años y desempeñan un papel crucial en la retención de carbono, la regulación del clima y la preservación de la biodiversidad.
Si bien se sabía que los hongos tenían la capacidad de almacenar carbono debido a sus relaciones simbióticas con las plantas, este estudio revela la magnitud de su contribución en la captura de carbono.
Los investigadores enfatizan la importancia de considerar el valor de estos organismos en las políticas y acciones de conservación y protección de la biodiversidad. La degradación de los suelos, que se estima que alcanzará el 90% para 2050, no solo afectará la lucha contra el cambio climático y el aumento de las temperaturas, sino también la productividad de los cultivos y las plantas.
Katie Field, catedrática de Procesos Planta-Suelo en la Universidad de Sheffield y coautora del estudio, destaca que los hongos micorrícicos son esenciales para la salud del planeta y se deben tomar medidas adicionales para proteger estas redes subterráneas.
Los investigadores continúan estudiando la duración del almacenamiento de carbono por parte de los hongos del suelo y su papel en los ecosistemas terrestres. El estudio forma parte de un esfuerzo mundial por comprender el papel crucial que desempeñan los hongos en los ecosistemas de la Tierra y aún queda mucho por aprender al respecto.