CDMX.-Un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Sheffield sugiere que los polinizadores nocturnos, como las polillas, son tan importantes como las abejas en la polinización de plantas y deberían recibir la misma atención en los esfuerzos de conservación y protección. El estudio, publicado en Ecology Letters, revela que las polillas desempeñan un papel crucial en el apoyo a las comunidades de plantas urbanas, representando aproximadamente un tercio de toda la polinización en plantas con flores, cultivos y árboles.
El estudio también señala que las polillas enfrentan desafíos adicionales en comparación con las abejas debido a su ciclo de vida más complejo y a los requisitos más específicos de las plantas. Bajo la presión de la urbanización, las polillas pueden ser menos resistentes y su diversidad de polen y recursos de flores disponibles disminuye en áreas urbanizadas.
La doctora Emilie Ellis, autora principal del estudio, enfatizó la importancia de apoyar la introducción de especies de plantas beneficiosas tanto para las abejas como para las polillas al planificar o remodelar áreas urbanas. Esto ayudará a mantener la salud de los ecosistemas urbanos y garantizará que las poblaciones de abejas y polillas sean resilientes.
El estudio reveló que las abejas y las polillas visitan comunidades de plantas diferentes. Además de las especies de flores habituales que atraen a las polillas, se descubrió que las polillas transportan más polen de lo que se pensaba anteriormente y visitan una variedad más amplia de árboles y cultivos frutales.
La investigación destaca la importancia de las polillas en la polinización de plantas, incluyendo cultivos, y tiene implicaciones para las iniciativas de jardinería amigables con la vida silvestre, así como para los planificadores y legisladores responsables del desarrollo de espacios verdes urbanos.
La Dra. Ellis subraya la necesidad de considerar la diversidad y la compatibilidad con polillas y abejas al planificar espacios verdes, con el objetivo de garantizar la resistencia de plantas e insectos frente a la crisis climática y las futuras pérdidas.
Este estudio resalta la importancia de reconocer y proteger a los polinizadores nocturnos, como las polillas, para mantener la biodiversidad y la salud de los ecosistemas urbanos, promoviendo así entornos más verdes y sostenibles.