TAMAULIPAS.-El estado de Tamaulipas se enfrenta a graves consecuencias derivadas del cambio climático, ya que al menos 30 kilómetros del cordón litoral han sido dañados, provocando la infiltración de agua salada en los mantos acuíferos y poniendo en riesgo el suministro de agua potable.
El subsecretario de Medio Ambiente del estado, Karl Heinz Becker Hernández, advirtió sobre la urgente necesidad de tomar medidas extraordinarias para abordar esta situación. El avance del mar está erosionando el cordón litoral y generando daños significativos en el medio ambiente.
El incremento de la infiltración de agua salada en las fuentes de agua dulce plantea serios problemas para actividades como la agricultura, la industria y el consumo humano. «Si prevalece el agua salada, será muy difícil suministrar agua a la industria agroalimentaria. La industria no puede operar con agua salada, no se puede cultivar con agua salada, los animales no pueden sobrevivir con agua salada y, obviamente, nosotros los seres humanos no podemos subsistir con agua salada», explicó Becker Hernández.
Uno de los proyectos clave y urgente es la construcción de una barrera de Camalote para prevenir la entrada de agua salada, lo cual dificulta el proceso de potabilización del agua para uso humano e industrial. Se ha identificado que toda la Laguna Madre presenta daños graves debido a la infiltración de agua salada, por lo que es crucial realizar un diagnóstico preciso y enviarlo a nivel federal para comenzar la recuperación del cordón litoral.
Durante los primeros recorridos realizados en las costas, se han observado daños significativos en los manglares, los cuales deben ser replantados de manera urgente para frenar el avance del mar en la costa. «Hemos notado una gran afectación en los manglares y en el sistema de dunas, que son barreras naturales. Debemos realizar un análisis por sección y tomar las medidas correspondientes según cada caso», señaló Becker Hernández.
Además del problema de la infiltración de agua salada, los derrames de hidrocarburos en el mar han contribuido al deterioro del cordón litoral, por lo que se requiere una limpieza exhaustiva de las playas, así como la gestión adecuada del sargazo. «Esto se debe a los problemas que pueden surgir con la industria petroquímica y a la contaminación que se vierte en los ríos. El mar se ha convertido en el vertedero del planeta», agregó Becker Hernández.
Ante esta situación crítica, es fundamental implementar medidas de conservación y prevención para proteger el suministro de agua potable en Tamaulipas. La colaboración entre las autoridades estatales y federales se vuelve esencial para abordar los desafíos medioambientales y garantizar un futuro sostenible para la región.