CDMX.-Un equipo internacional de investigadores ha llegado a la conclusión de que el declive progresivo y la posterior extinción de la megafauna africana no se deben a las actividades humanas, sino que comenzaron millones de años antes de que los humanos desarrollaran técnicas de caza eficientes.
El estudio, publicado en la revista Science, es considerado un hito importante para comprender las extinciones de los gigantescos animales en el continente africano. Además, podría servir como base para los esfuerzos de conservación y mejorar la capacidad de predecir y gestionar las consecuencias de la pérdida de biodiversidad frente a los cambios ambientales actuales.
El trabajo, liderado por Faysal Bibi del Museo de Historia Natural de Berlín y Juan López Cantalapiedra, investigador en paleontología y profesor de la Universidad de Alcalá de Henares en Madrid, confirma que la abundancia de especies de gran tamaño que existía en África hace millones de años, con elefantes que llegaban a pesar hasta 10 toneladas (casi el doble que los elefantes actuales), no tiene comparación en los ecosistemas actuales.
Los registros fósiles demuestran una pérdida gradual de individuos de gran tamaño y el declive de los grandes mamíferos hasta llegar a las comunidades empobrecidas y «miniaturizadas» que vemos hoy en día.
El estudio, que evalúa por primera vez el declive de la megafauna a nivel de individuo, permite estimar el número de ejemplares de cada tamaño que había en el ecosistema y su «biomasa» total (peso total). Según Cantalapiedra, el declive en la abundancia de los herbívoros más grandes comenzó hace 4 millones de años, mucho antes de que los homínidos tuvieran la capacidad para cazar grandes presas.
El investigador destacó que los homínidos de esa época no contaban con armas de proyectil, como lanzas o flechas, necesarias para abatir grandes animales. Incluso si tuvieran armas más desarrolladas, sus poblaciones eran tan pequeñas que su impacto en las poblaciones de herbívoros no habría sido significativo.
El estudio desafía la creencia de que las comunidades actuales de megaherbívoros en África son sistemas prístinos y buenas referencias para comparar con otras comunidades de continentes donde la extinción de la megafauna ha sido más severa. Los investigadores han revelado que las comunidades de herbívoros africanos en la actualidad están considerablemente empobrecidas en comparación con sus antepasados.
Para llevar a cabo la investigación, los científicos utilizaron las mediciones de miles de dientes fósiles para reconstruir el tamaño y la abundancia de los grandes mamíferos africanos en los últimos 10 millones de años.