TAMAULIPAS.-En un esfuerzo por mejorar la situación financiera del estado, Tamaulipas planea reestructurar su deuda pública y obtener un ahorro significativo de 1,800 millones de pesos. La secretaria de Finanzas, Adriana Lozano Rodríguez, anunció que esta medida permitirá reducir las tasas de interés y, en consecuencia, el monto total de la deuda.
Al inicio del sexenio del gobernador Américo Villarreal Anaya, el estado enfrentaba un adeudo de 15,833 millones de pesos. La reestructuración propuesta tiene como objetivo refinanciar 13 mil millones de pesos, provenientes de nueve empréstitos suscritos entre 2010 y 2018. Estos préstamos están divididos entre distintas instituciones financieras, siendo Bancomer, Banamex, Banorte y Santander las principales acreedoras.
La Comisión de Finanzas, Planeación, Presupuesto y Deuda Pública del Congreso de Tamaulipas ha dictaminado a favor de la iniciativa presentada por el gobernador Villarreal Anaya, la cual busca modificar el adeudo. El próximo martes 27 de junio se someterá a votación en el Pleno del Congreso, donde se requieren 24 votos a favor para su aprobación.
De ser aprobada, la reestructuración permitiría que la deuda neta del estado se sitúe en 13,886 millones de pesos, que se pagarían hasta el año 2042, con la posibilidad de una extensión adicional según los acuerdos alcanzados con los bancos. La intención detrás de esta medida es mejorar las finanzas del estado a largo plazo, asegurando un futuro más sólido en términos económicos para las próximas administraciones.
Es importante destacar que esta reestructuración no implica solicitar un nuevo adeudo para el estado, ya que las finanzas se consideran saludables. El objetivo principal es obtener una autorización de los diputados locales para llevar a cabo la reestructuración y, de esta manera, mejorar las condiciones de pago de la deuda heredada.
Con esta iniciativa, Tamaulipas busca aliviar su carga financiera y garantizar un panorama económico más favorable para el desarrollo del estado en los próximos años. La reestructuración de la deuda se presenta como una medida estratégica para reducir los costos financieros y mejorar la capacidad de inversión en proyectos de infraestructura y programas sociales.