REYNOSA.- Los albergues de la ciudad de Reynosa están abarrotados y enfrentan dificultades para proporcionar alimento a los migrantes, a medida que continúa llegando un flujo constante de personas buscando asilo político en Estados Unidos.
El director de los albergues Senda de Vida Uno y Senda de Vida Dos, el pastor Héctor Silva, informó que ya no tienen capacidad para albergar a más personas que buscan llegar a Estados Unidos. «Mientras que en el Senda de Vida Uno hay 1,600 migrantes, en el Senda de Vida Dos tenemos 3,000», afirmó Silva.
La situación es similar en el resto de los refugios de la ciudad, según información y estimaciones recopiladas. Se estima que actualmente hay entre 15,000 y 16,000 migrantes, en su mayoría haitianos, esperando recibir autorización del CBP One para ser trasladados a mitad del puente internacional Reynosa-Hidalgo, donde continuarán con el trámite correspondiente en el lado estadounidense.
El pastor Silva destacó los desafíos que enfrentan para proporcionar alimentación adecuada a las personas que ya se encuentran alojadas en los albergues. «Están llegando diariamente muchos migrantes y sabemos que desde Tapachula, Chiapas, vienen rumbo a la frontera norte de México, especialmente a ciudades como Reynosa», agregó.
Durante la entrevista realizada ayer miércoles en el interior del Senda de Vida Uno, un camión tipo microbús arribó para llevar a aquellos migrantes que ya han recibido autorización para ser trasladados al cruce internacional. Sin embargo, debido a la limitada capacidad de los vehículos, solo un número reducido de personas, tal vez menos de cien en total, pueden ser transportadas en cada viaje.
A pesar del intenso calor que se ha registrado en Reynosa, hasta el momento no se han reportado problemas de deshidratación, golpe de calor o insolación entre la población migrante. Sin embargo, hay médicos atentos a su bienestar, especialmente el de los niños y los adultos mayores, según señaló el pastor Silva.
La situación en los albergues de Reynosa refleja el persistente flujo de migrantes que buscan mejores condiciones de vida y la búsqueda de asilo político en Estados Unidos. Mientras tanto, las autoridades y organizaciones humanitarias se enfrentan al desafío de satisfacer las necesidades básicas de estos migrantes en un contexto de recursos limitados y una demanda en constante aumento.