En un esfuerzo conjunto para mejorar la calidad del agua en la región, los gobiernos de Tamaulipas y Nuevo Laredo, junto con el Banco de Desarrollo de América del Norte (NadBank), han firmado un acuerdo para eliminar las descargas residuales que contaminan el cauce del río Bravo.
El gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal Anaya; la presidenta municipal de Nuevo Laredo, Carmen Lilia Canturosas Villarreal, y Salvador López Córdova, director adjunto de Asuntos Ambientales de NadBank, sellaron este compromiso, que tiene una inversión total estimada de 81.2 millones de dólares. Los fondos se destinarán para rehabilitar la Planta Tratadora de Aguas Residuales (PITAR) y la Planta Norponiente.
El acuerdo incluye una aportación de 22 millones de dólares a fondo perdido por parte del NadBank, además de 6 millones en crédito. El Estado aportará otros 9.5 millones, al igual que Conagua, mientras que la CILA/IBWC colaborará con 2.2 millones, y el Ayuntamiento contribuirá con cerca de 32 millones de dólares.
El proyecto busca reducir los riesgos de falla en el alcantarillado y la planta de tratamiento y avanzar en la eliminación de las descargas de aguas residuales al río Bravo. Las autoridades destacaron que el sistema de drenaje pluvial en Nuevo Laredo está colapsado, lo que hace necesario este proyecto bilateral.
El gobernador Villarreal Anaya expresó su entusiasmo por el desarrollo y la visión que este acuerdo representa para la región, mientras que Canturosas Villarreal subrayó que es una nueva era de prosperidad y progreso para Nuevo Laredo y Tamaulipas.
Este compromiso es un paso significativo en la lucha contra la contaminación del río Bravo y demuestra la colaboración y coordinación entre los diferentes órdenes de gobierno en la protección del medio ambiente y el bienestar de la comunidad local.