Denis Law hizo seis goles en un partido que terminó sin valer nada.
El futbol tiene cada historia que parece escrita por un guionista con ganas de sorprender. Una de esas ocurrió en 1961, con el Manchester City como protagonista y Denis Law con 6 goles como figura… y víctima. Ese día, el delantero escocés estaba imparable. En un duelo de FA Cup ante el Luton Town, jugado en la cancha del Kenilworth Road, anotó seis veces. Sí, seis. Y para entonces, su equipo ganaba cómodamente 6-2.
Todo iba viento en popa hasta que el clima decidió meter su propio gol. Al minuto 69, el cielo se desplomó y una lluvia torrencial convirtió el campo en una piscina. El árbitro Kevin Tuck no tuvo de otra: el partido fue suspendido y los 6 goles de Denis Law también.
La cosa se puso peor cuando, apegándose al reglamento de la FA Cup, se decidió que el encuentro debía repetirse desde cero. O sea, los 6 goles de Denis Law se esfumaron. Literalmente, como si nunca hubieran pasado.
Cuatro días después, con un campo algo menos encharcado (aunque no mucho mejor, según los jugadores), se jugó de nuevo. Denis Law volvió a marcar goles, pero el City cayó 3-1. Con los años, el propio Law contó lo que sintió:
“No todos los días se marcan seis goles. Nunca lo volví a hacer, lo máximo que logré en un juego que contaba fueron cuatro, que conseguí un par de veces. Pero entonces se abrieron los cielos. Obviamente no estaba destinado a ser. Lo curioso fue que cuando fuimos a la repetición el miércoles, el campo estaba en peor estado que el sábado”.
Pocas veces un jugador hace tanto… para que al final no cuente nada.