El gobierno del presidente Donald Trump anunció fecha para la salida de su país de la UNESCO. Estos son sus argumentos.
Este martes, 22 de julio de 2025, el Gobierno del presidente de Estados Unidos de América (EUA), Donald Trump, anunció la retirada del país de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
La UNESCO es conocida por designar sitios del Patrimonio Mundial, entre ellos el Gran Cañón, en Estados Unidos, y la antigua ciudad de Palmira, en Siria, y recientemente la Ruta Wixárika, la primera de México en lista.
La medida representa un golpe para la agencia con sede en París, fundada después de la Segunda Guerra Mundial para promover la paz a través de la cooperación internacional en educación, ciencia y cultura.
Cabe recordar que Trump tomó medidas similares durante su primer mandato, abandonando:
- La Organización Mundial de la Salud
- El Consejo de Derechos Humanos de la ONU
- Un acuerdo mundial sobre el cambio climático
- El acuerdo nuclear con Irán.
Joe Biden revirtió esas decisiones tras asumir el cargo en 2021, devolviendo a Estados Unidos a la UNESCO, la OMS y el acuerdo sobre el clima.
Ahora que Trump ha vuelto a la Casa Blanca, Estados Unidos vuelve a retirarse de estos organismos mundiales. Ya ha decidido retirar a Estados Unidos de la OMS y detener la financiación a la agencia de ayuda palestina UNRWA como parte de una revisión de la participación de EUA en las agencias de la ONU, que debe concluir en agosto.
Argumentos de EUA para salir de la UNESCO
Mediante un comunicado, la protavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, informó que la medida se hará efectiva el 31 de diciembre de 2026, debido a que la membresía en la organización no contribuye a sus intereses nacionales, además de que se desvió de su misión fundacional.
Hoy, Estados Unidos informó a la Directora General, Audrey Azoulay, sobre su decisión de retirarse de la Unesco. Continuar participando en la Unesco no redunda en el interés nacional de EE.UU.»
La funcionaria estadounidense también aseguró que la participación de su país en «organizaciones internacionales debe hacer que Estados Unidos sea más seguro, más fuerte y más próspero».
Cabe recordar que Estados Unidos se unió inicialmente a la UNESCO en su fundación en 1945, pero se retiró por primera vez en 1984 en protesta por la supuesta mala gestión financiera y la percepción de un sesgo antiestadounidense. Regresó casi 20 años después, en 2003, bajo la presidencia de George W. Bush, quien afirmó entonces que la agencia había emprendido las reformas necesarias.
Previamente a que se informara la medida, responsables de la UNESCO afirmaron que la agencia ya dependía mucho menos de Estados Unidos que en el pasado, pero que el traslado afectaría de todos modos a la agencia; por ejemplo, en forma de algunas repercusiones limitadas en los programas que Estados Unidos financiaba.
Estados Unidos aporta alrededor del 8% del presupuesto total de la UNESCO, frente al 20% que aportaba en el momento en que Trump retiró a Estados Unidos de la agencia.