Japón amaneció de fiesta tras la victoria épica de los Dodgers.
El domingo arrancó con pura emoción en Japón. Desde temprano, Japón ya estaba con el corazón acelerado y de celebración porque los Dodgers anunciaron que Shohei Ohtani abriría el juego siete de la Serie Mundial. Y cuando Yoshinobu Yamamoto sacó el último out, Tokio explotó en alegría.
“Hoy estoy muy orgulloso de ser japonés”, afirmó el taxista Seiichiro Okada, quien detuvo su coche al lado de la carretera para ver el final. “Poder ver a estas leyendas en tiempo real es algo extraordinario”.
Ohtani lanzó y además pegó un par de hits. Yamamoto se llevó el MVP gracias a otra salida de lujo. Los Dodgers repitieron el título ganando 5-4 a los Azulejos de Toronto en 11 entradas. Parecía perdido. Los Ángeles iba 3-0 y luego 4-2. Pero reaccionaron con un jonrón del venezolano Miguel Rojas para empatar en la novena y otro de Will Smith para definir en la undécima.
“Pensé que se había acabado por un momento, pero fue increíble”, expresó Hiroshi Hoshii, visiblemente emocionado.
Hoshii estaba entre un mar de aficionados afuera de Hub, un restaurante de pescado con papas en Tokio donde transmitieron el partido en pantallas gigantes. Tras el triunfo, gente con la playera 17 de Ohtani comenzó a bailar en el lugar en la celebración de Japón por los Dodgers. Formaban parte de millones que celebraron el juego siete. En la ciudad de Oshu, en Iwate, donde nació Ohtani, la fiesta fue todavía más sentimental.
“Gracias por el gran juego. Gracias. Estoy muy conmovido”, manifestó Yoshiyuki Kosaka, un residente de Oshu y ferviente admirador de Ohtani.

El alcalde de Oshu, Jun Kuranari, también se llenó de orgullo.
“Es muy respetado en todo el mundo como una superestrella no solo por su béisbol, sino por su carácter. Definitivamente es el orgullo y la alegría de esta ciudad”, comentó Kuranari.
Los Dodgers llegaban como favoritos, pero Toronto fue un rival durísimo. El juego tres se fue a 18 entradas. Además, un dramático 3-1 en el sexto partido obligó al séptimo duelo en Canadá. En Japón, la mayoría vio los juegos desde casa. Los dos primeros partidos tuvieron 10,7 millones de televidentes en promedio. El séptimo seguramente rompió ese número.
Aficionados contaron que siguieron cada juego, incluso después de jornadas nocturnas. Repartidores hasta se las arreglaban para ver jugadas desde sus camiones. Ohtani ha sido ídolo nacional desde joven. Su rostro está por todos lados: tenis, cosméticos, aparatos electrónicos y más. La gente lo admira por todo: batea, lanza, compite y nunca pierde la calma. Siempre habla japonés en entrevistas y saluda a la afición con respeto. Les recuerda sus raíces.
Pero esta vez, Yamamoto se llevó el show. Tiró juego completo en el segundo, luego volvió a ganar el sexto y séptimo con enorme entrega. Así aseguró el MVP. Los Dodgers también conquistaron a la Primera Ministra Sanae Takaichi. Contó que, durante una reunión con Donald Trump, el juego estaba en vivo y ambos vieron un tramo.
“Los Dodgers están ganando”, señaló.
