Su presencia marcó décadas de risas, historias y personajes que siguen presentes en la memoria colectiva.
Eduardo Manzano, mejor conocido como “El Polivoz”, dejó una huella profunda en la comedia y la televisión mexicana.
Su presencia marcó décadas de risas, historias y personajes que siguen presentes en la memoria colectiva.
¿Quién fue Eduardo Manzano?
Nacido el 18 de julio de 1938 en la colonia Guerrero, en la Ciudad de México, Manzano creció como el hermano mayor de su familia.
Aunque su camino inicial no apuntaba al mundo artístico —estudió ingeniería electrónica en el Instituto Politécnico Nacional (IPN)— la pasión lo llevó por otro rumbo. Su gusto por el canto y la actuación, junto con la influencia de su madre, doña Cecilia Balderas, lo animaron a buscar formación vocal inspirada en figuras como José Ángel Espinoza, Ferrusquilla.
Su historia cambió cuando conoció a Enrique Cuenca durante el concurso “La hora del imitador”. Ahí creó al personaje “El Moscón”, y desde ese momento nació la dupla que dio vida a “Los Polivoces”, uno de los fenómenos más queridos de la comedia nacional. Su programa permaneció al aire entre 1970 y 1976, con apariciones posteriores que mantuvieron viva la esencia del proyecto.
En lo personal, Manzano formó una familia con Lourdes Martínez, integrante de Los Impala, con quien tuvo tres hijos: Eduardo, Ariel y Maricela.

Con el tiempo, la relación terminó y él continuó su vida junto a Susana, su pareja actual. Uno de sus hijos, “Lalo” Manzano, seguiría sus pasos en la comedia, reforzando el legado familiar.
Durante su trayectoria, Eduardo Manzano participó en decenas de producciones en cine y televisión. Entre las más recordadas están “Los Polivoces”, “Una familia de diez”, “La Rosa de Guadalupe”, “El bienamado”, “Marcianos vs. mexicanos” y “Médicos, línea de vida”.
Su estilo directo, su carisma y su capacidad para transformar cada personaje en un momento memorable lo colocaron como una figura esencial del entretenimiento mexicano.
Hoy, su legado sigue presente. Sus programas, películas y personajes continúan generando sonrisas y evocando la creatividad que lo caracterizó. La influencia de Eduardo Manzano no solo definió una época, sino que sigue acompañando a nuevas generaciones que descubren su trabajo.
