Entre emociones y legado, la función selló un adiós histórico y presentó herederos.
La función quedó marcada por la emoción. Más allá de cualquier marcador, durante una noche histórica para la lucha libre mexicana. La despedida del Hijo del Santo centró la atención, mientras el legado avanzó con una nueva generación.
El Palacio de los Deportes fue el escenario donde la figura plateada compartió esquina con LA Park y Último Dragón. Enfrente estuvieron Dr. Wagner Jr., Texano Jr. e Hijo de Fishman. En un duelo cargado de simbolismo.

El desenlace pasó a segundo plano. Lo verdaderamente relevante fue el momento del retiro. Cargado de nostalgia y reconocimiento del público que acompañó cada instante. Con la llave conocida como: “a caballo” el Hijo del Santo logró someter al Hijo de Fishman y selló así su última victoria como luchador profesional.
Después del combate, el ídolo dirigió un mensaje a la afición. Además, el Hijo del Santo confirmó que se trataba de su despedida definitiva. Ahora, su nombre quedó inscrito en la historia grande de la lucha libre mexicana. La velada también abrió un nuevo capítulo. Santo Jr. debutó oficialmente. Extendiendo la tradición plateada, al imponerse y ganar la cabellera de su rival, Ángel Blanco Jr.
